Es usual que quienes creen tener alguna deficiencia
intelectual, física o de cualquier índole, quieran salvarla usando un
sucedáneo, un algo que compense su pequeñez. Es en este sentido que hablamos de la teoría de la prótesis.
La idea originaria no es de este servidor. Un amigo
agricultor comentaba que los hombres valientes se acercan a las mujeres a pie,
y los que dudan de su hombría se compran un carro del año. Billetera mata
galán, le dicen. Sea como sea, lo cierto es que la gente busca en sus
artefactos la compensación de ese algo que le falta en la vida real.
¿Consumismo? ¿estupidez? Vaya uno a saber qué es. Dicen que el caso más
evidente se da en las motocicletas. Cuanto más grande y ruidosa la moto, tanto
más pequeño y atrofiado es el cerebro de quien la maneja.
¿Será cierto esto?