El hombre y el asno
Aunque parezca broma,
Conviniéronse un Hombre y un Borrico
En enseñarse el respectivo idioma;
Y el Burro… ¡suerte impía!
No aprendió ni un vocablo solamente
En dos años de estudio y de porfía,
Entretanto que el Hombre, en solo un día,
Aprendió a rebuznar perfectamente.
Aunque parezca broma,
Conviniéronse un Hombre y un Borrico
En enseñarse el respectivo idioma;
Y el Burro… ¡suerte impía!
No aprendió ni un vocablo solamente
En dos años de estudio y de porfía,
Entretanto que el Hombre, en solo un día,
Aprendió a rebuznar perfectamente.
No trates con el bruto ni un minuto,
pues no conseguirás la alta corona
pues no conseguirás la alta corona
De hacerle tú persona
Y puede suceder que él te haga bruto.
De: Fábulas en verso castellano de Miguel Agustín Príncipe.
Hace unos días mi buen amigo Tony Wiche me comentó vía facebook esta
fábula del escritor español —decimonónico— Miguel Agustín Príncipe.
No conocía la fabulita, pero me pareció tan buena que decidí colgarla para que siga aconsejando con su moraleja.
No conocía la fabulita, pero me pareció tan buena que decidí colgarla para que siga aconsejando con su moraleja.