domingo, 9 de diciembre de 2012

El peor crimen de los padres del niño mariposa

Niño mariposa
Las mariposas se asocian en la imaginación infantil con la primavera, con hermosos campos plagados de flores y alegría. Todo es belleza en torno a estos animalitos. Lo que se descubre luego es que detrás de toda mariposa está un pasado de espantosa oruga, un bicho voraz que se come todo a su paso y es capaz de destruir sembríos completos.

Pues bien, algo de eso pasó con el caso del niño mariposa[1], una criatura celestial a la que solo le faltaba volar, pero que tuvo que soportar que sus padres —las voraces orugas de su pasado— lo condenaran al dolor, el olvido y quizá la muerte. Y lo peor es que no solo lo condenaron a él, sino a futuros chiquillos, adultos y ancianos que padezcan de algún mal y quieran buscar el apoyo de la colectividad. Si antes era difícil que alguien colaborara con una causa como esa, ahora (tras las fechorías de esos señores) será casi imposible, y ese es el peor crimen de esas voraces larvas que tiene por padres el niño mariposa, condenar a otros enfermos a sufrir en el olvido.




[1] Para los que no sepan la historia, es este un niñito que nació con un defecto congénito, cuyos padres dijeron, se podía curar si reunían una importante suma de dinero, pero fueron sorprendidos cuando se compraban una camioneta del año con el dinero que supuestamente sería usado en curar al pequeño.