Niño mariposa |
Las mariposas se
asocian en la imaginación infantil con la primavera, con hermosos campos
plagados de flores y alegría. Todo es belleza en torno a estos animalitos. Lo
que se descubre luego es que detrás de toda mariposa está un pasado de espantosa
oruga, un bicho voraz que se come todo a su paso y es capaz de destruir
sembríos completos.
Pues bien, algo
de eso pasó con el caso del niño mariposa[1],
una criatura celestial a la que solo le faltaba volar, pero que tuvo que
soportar que sus padres —las voraces orugas de su pasado— lo condenaran al
dolor, el olvido y quizá la muerte. Y lo peor es que no solo lo condenaron a él, sino a futuros chiquillos,
adultos y ancianos que padezcan de algún mal y quieran buscar el apoyo de la
colectividad. Si antes era difícil que alguien colaborara con una causa como esa, ahora (tras las fechorías de esos señores) será casi
imposible, y ese es el peor crimen de esas voraces larvas que tiene por padres el niño mariposa, condenar a otros enfermos a sufrir en el olvido.
[1] Para los que no sepan la historia, es este
un niñito que nació con un defecto congénito, cuyos padres dijeron, se podía
curar si reunían una importante suma de dinero, pero fueron sorprendidos cuando
se compraban una camioneta del año con el dinero que supuestamente sería usado
en curar al pequeño.