lunes, 9 de julio de 2012

La pesadilla de la casa propia - Hay quien nunca pierde

Le decíamos el cleptómano aunque no había robado nada. Su único problema fue que lo despidieran luego de obtener un crédito hipotecario. Claro, no pudo pagar las cuotas y fue echado a la calle. ¿Cuánto había dado el cleptómano de inicial? ¿Diez mil soles? ¿Quince mil soles? No importa, si usted no paga, el banco lo desaloja y la inicial más las cuotas que haya abonado se van al agua, o mejor dicho... a las arcas. Si sacamos la cuenta, el cleptómano habría abonado la inicial y dos años pagando (supongo benévolamente) setecientos soles mensuales… Unos treinta mil soles.

A los dos meses otra familia ocupaba su departamento… otra inicial, otras cuotas… el banco no pierde, pues.

Me aterra ver las facilidades que se están dando para que gente de sueldos pequeños, casi como el mío, puedan acceder  a crédito hipotecario. ¿Cuántos como el cleptómano habrá en ese grupo? ¿Qué pasa cuando el sueño de la casa propia se vuelve una pesadilla?