miércoles, 11 de julio de 2012

¿Escándalo en el mundo de la belleza?

Desde hace unos días, mientras en Conga la situación estaba tan terrible que hubo unos cinco muertos y cientos de apaleados, la prensa se ha dedicado a comentar el caso de dos muchachas que participaron en concursos de belleza y opinaron mal o habían participado en otro certamen calatístico.

En verdad el escándalo debería ser que existan esas formas de etiquetar a las mujeres de acuerdo con estándares dictados por unas cuantas emperifolladas pacientes geriátricas (Jessica Newton, Olga Zumarán y snob compañía) que se creen la última y única autoridad en cuanto a belleza femenina. Y el problema es grave, porque mientras nos sigan haciendo creer que solo una es la belleza, entonces habrá más chiquillas víctimas de la anorexia, de la bulimia, e incluso del grotesco Bullyng.

La pregunta es clara: ¿Qué ocurre cuando otros deciden qué información debe ocupar nuestros pensamientos? A veces hay que preguntarse hasta dónde llega el control que les dejamos tener a esos otros sobre nosotros a través de algo tan simple como una pantalla de televisión o un diario.