Ahora que millones de personas luchan por eliminar una satrapía —que por útil para Occidente no deja de ser un repudiable régimen del terror y la autocracia— en Egipto, y mientras el dólar se tambalea y los galones de petróleo son una incógnita mundial, aquí en el Perú nos vemos afectados por un intruso con nombre egipcio. Pero no, no se trata de Mubarak que busca asilo por nuestras tierras, sino del temible Aedes aegypti, mosquito trasmisor del temible dengue.
Conocido en el siglo XVIII como fiebre rompehuesos, el dengue es una enfermedad de origen africano, tan temible como el ébola, como Idi Amín y como el mismo Mubarak gobernador de Egipto.
Este agente de Mubarak no es como los mosquitos esos que nos picotean mientras dormimos sino que es una especie cuya mayor actividad se produce a media mañana y poco antes de oscurecer. Según informa el Minsa este bicho vive y deposita sus huevos en los alrededores y el interior de las casas, pone sus huevos y las larvas se desarrollan en recipientes utilizados para el almacenamiento de agua, en jarrones, tarros, neumáticos viejos, tanques de almacenamiento de agua con tapas defectuosas, cisternas (o sea en el agua que bebemos en nuestros edificios) e incluso en los tanques de los inodoros.
Actualmente a este zancudo se le ha encontrado en algunas zonas de Lima y ello ha motivado que nuestras autoridades decreten alerta amarilla, o sea que hay riesgo, en nuestra ciudad. Pero, siempre hay un pero, dentro del miedo natural que produce su presencia hallamos una «buena noticia» y es que este mosquito vuela poco (unos 100 metros) así que las medidas de higiene y la eliminación de aguas estancadas según recomendación del Minsa son básicas para combatir la propagación de la enfermedad.
En lo referente al zancudo, puede usted, amigo lector, identificarlo por los puntitos blancos que tiene en el cuerpo y las patitas. Ya sabe, si lo ve destrúyalo, que nadie lo va a llorar.
Conocido en el siglo XVIII como fiebre rompehuesos, el dengue es una enfermedad de origen africano, tan temible como el ébola, como Idi Amín y como el mismo Mubarak gobernador de Egipto.
Este agente de Mubarak no es como los mosquitos esos que nos picotean mientras dormimos sino que es una especie cuya mayor actividad se produce a media mañana y poco antes de oscurecer. Según informa el Minsa este bicho vive y deposita sus huevos en los alrededores y el interior de las casas, pone sus huevos y las larvas se desarrollan en recipientes utilizados para el almacenamiento de agua, en jarrones, tarros, neumáticos viejos, tanques de almacenamiento de agua con tapas defectuosas, cisternas (o sea en el agua que bebemos en nuestros edificios) e incluso en los tanques de los inodoros.
Actualmente a este zancudo se le ha encontrado en algunas zonas de Lima y ello ha motivado que nuestras autoridades decreten alerta amarilla, o sea que hay riesgo, en nuestra ciudad. Pero, siempre hay un pero, dentro del miedo natural que produce su presencia hallamos una «buena noticia» y es que este mosquito vuela poco (unos 100 metros) así que las medidas de higiene y la eliminación de aguas estancadas según recomendación del Minsa son básicas para combatir la propagación de la enfermedad.
En lo referente al zancudo, puede usted, amigo lector, identificarlo por los puntitos blancos que tiene en el cuerpo y las patitas. Ya sabe, si lo ve destrúyalo, que nadie lo va a llorar.
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