El historiador Santiago Tacunán Bonifacio presenta un estudio sobre la historia del graffiti en nuestras tierras. Nos cuenta el autor que la obra:
«Este trabajo describe brevemente la historia del graffiti peruano y recopila más de sesenta testimonios de diferentes artistas urbanos de Lima con la finalidad de conocer un poco más de sus principales experiencias artísticas, limitaciones y proyectos de vida, a través de sus propios testimonios. Incluye un catálogo de fotografía con más de 600 imágenes».
Para los interesados en el tema, que entre nosotros son muchos, pueden acercarse este miércoles 15 de diciembre a
«Este trabajo describe brevemente la historia del graffiti peruano y recopila más de sesenta testimonios de diferentes artistas urbanos de Lima con la finalidad de conocer un poco más de sus principales experiencias artísticas, limitaciones y proyectos de vida, a través de sus propios testimonios. Incluye un catálogo de fotografía con más de 600 imágenes».
Para los interesados en el tema, que entre nosotros son muchos, pueden acercarse este miércoles 15 de diciembre a
Centro Cultural España. Natalio Sánchez 181 Jesús María.
Hora: 7:30 Pm. (hora exacta).
Y bueno ya que hablamos de graffitis, cómo dejar de mencionar ese maravilloso cuento de Cortázar llamado «Graffiti», aparecido en «Queremos tanto a Glenda»...
Tantas cosas que empiezan y acaso acaban como un juego, supongo que te hizo gracia encontrar un dibujo al lado del tuyo, lo atribuiste a una casualidad o a un capricho y sólo la segunda vez te diste cuenta que era intencionado y entonces lo miraste despacio, incluso volviste más tarde para mirarlo de nuevo, tomando las precauciones de siempre: la calle en su momento más solitario, acercarse con indiferencia y nunca mirar los grafitti de frente sino desde la otra acera o en diagonal, fingiendo interés por la vidriera de al lado, yéndote en seguida.
Hora: 7:30 Pm. (hora exacta).
Y bueno ya que hablamos de graffitis, cómo dejar de mencionar ese maravilloso cuento de Cortázar llamado «Graffiti», aparecido en «Queremos tanto a Glenda»...
Tantas cosas que empiezan y acaso acaban como un juego, supongo que te hizo gracia encontrar un dibujo al lado del tuyo, lo atribuiste a una casualidad o a un capricho y sólo la segunda vez te diste cuenta que era intencionado y entonces lo miraste despacio, incluso volviste más tarde para mirarlo de nuevo, tomando las precauciones de siempre: la calle en su momento más solitario, acercarse con indiferencia y nunca mirar los grafitti de frente sino desde la otra acera o en diagonal, fingiendo interés por la vidriera de al lado, yéndote en seguida.
Foto cortesía de analizarte.es
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