Leímos algo indignados la noticia de la matanza de gatos —unos veinte de ellos— en la Residencial San Felipe. El hecho es repudiable porque implica dejar veneno en las calles —no solo los gatos pudieron comerlo— e implica que algunos vecinos son realmente tontos.
Son tontos porque hace unos años hubo una peligrosa plaga de ratas en esa zona. Los gatos —no es necesario que las atrapen, basta su olor— espantan a las ratas, lo que equivale a decir que si no hay gatos la población de ratas aumentará. Eliminar a las ratas, de otro lado no le resultará tan fácil al vecino de marras, porque las ratas se organizan, son muy cautas y casi no existe veneno que pueda eliminarlas. Es más, allí donde usted ve 10 ratas, hay otras 90 escondidas. Las ratas solo dejan salir a las ratas viejas o enfermas, ellas comen el veneno, mueren y las otras ya no lo comen.
El sentido común es el menos común de los sentidos y esto ha provocado esta matanza. De otro lado, la Municipalidad de Jesús María había iniciado una campaña de esterilización de gatos, o sea que el problema se iba a paliar. Pero algún vecino intransigente no quiso esperar y se dijo a sí mismo, lo más rápido es matar. Lamentablemente este tipo de mentalidad atormentada va haciéndose común en nuestra ciudad.
Son tontos porque hace unos años hubo una peligrosa plaga de ratas en esa zona. Los gatos —no es necesario que las atrapen, basta su olor— espantan a las ratas, lo que equivale a decir que si no hay gatos la población de ratas aumentará. Eliminar a las ratas, de otro lado no le resultará tan fácil al vecino de marras, porque las ratas se organizan, son muy cautas y casi no existe veneno que pueda eliminarlas. Es más, allí donde usted ve 10 ratas, hay otras 90 escondidas. Las ratas solo dejan salir a las ratas viejas o enfermas, ellas comen el veneno, mueren y las otras ya no lo comen.
El sentido común es el menos común de los sentidos y esto ha provocado esta matanza. De otro lado, la Municipalidad de Jesús María había iniciado una campaña de esterilización de gatos, o sea que el problema se iba a paliar. Pero algún vecino intransigente no quiso esperar y se dijo a sí mismo, lo más rápido es matar. Lamentablemente este tipo de mentalidad atormentada va haciéndose común en nuestra ciudad.
viejocaminante lo que pasa es que hay vecinos que creen que tienen demasiada alcurnia para vivir rodeados de animalitos.
ResponderEliminarPor culpa de esos acomplejados estamos viendo este asesinato a los gatos.