jueves, 10 de diciembre de 2009

¿Quién es el corrupto, el que pide o el que da? Tres a cinco años para choferes corruptos.



El gobierno ha anunciado duras penas para los choferes sinvergüenzas que intenten coimear a los policías y es curioso, porque de la misma manera Jorge del Castillo plantea castigar drásticamente a las instituciones que intenten sobornar mediante beneficios a funcionarios estatales.

Una noticia que hasta allí parece inocente, encierra sin embargo una desviación de la culpa. ¿Quiénes son los corruptos, los choferes o los policías coimeros? ¿Qué pena hay para los policías coimeros? Y claro, ¿qué pena hay para los funcionarios —léase congresistas, jueces y demás comechados parasitarios del sitema— que aceptan e incluso proponen este tipo de actitudes?

“Estamos operando en todos los distritos de Lima y a nivel nacional, aplicando el reglamento de tránsito y lo que señala el Código Penal que castiga con penas de 3 a 5 años de cárcel a las personas sorprendidas en actos de corrupción, en este caso intentando sobornar a policías”, explicó el director general de la Oficina de Asuntos Internos del Ministerio del Interior, Freddy Vicente Montes.

Sonríe, estás en cámara escondida
De la misma manera, el oficial aseguró que “el personal especializado tiene pequeñas cámaras ocultas que captan los intentos de soborno”. Sostuvo que el número de faltas al reglamento de tránsito ha disminuido y también los intentos de soborno en mérito a las campañas cívicas de respetar a la autoridad y cumplir el reglamento.

Esperemos que las cámaras filmen también a los malos policías, que no son todos, pero parecen serlo y que de paso filmen a todos los corruptos que reciben prebendas, tengan o no una estrellita roja de la suerte.

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