Día martes no te cases ni te embarques, dice cierto dicho popular, pero en el caso limeño debería ser especificado que no te embarques en una movilidad escolar. Si alguien le mueve el piso a los choferes de combi son los choferes de movilidad escolar y, como si la burla no fuera poco, llevan un cartel que dice:Si manejo mal llamé el teléfono…
Y claro, nadie llama y ellos creen que manejan bien, pero uno, como transeúnte no sabe si es porque no manejan mal, sino pésimo, o porque se escabullen con tal velocidad que resulta imposible anotar el numerillo en cuestión. Sí, a esos temerarios sujetos les confiamos la vida de nuestros hijos.
Ya ayer con algo de molestia vimos la noticia que dos de estos aprendices de corredores de derby de demolición se dieron un sonoro encontronazo en el distrito de Comas, para colmo de males uno de los choferes no tenía brevete… de Ripley.
Pero con todo, parecemos no aprender. Hace no mucho, el 4 de marzo dos movilidades chocaron en Surco con su respectiva cuota de alumnos contusos. El mismo día en Magdalena del mar un vehículo de movilidad escolar se incendió de buenas a primeras.
Se calcula que son más de 7 mil los vehículos de transporte escolar, la mayoría de ellos informales, circulan por la ciudad obligándonos a correr antes su furioso paso, llevan a los niños como mercadería barata y creen que tienen el mismo derecho de pase que una ambulancia.
No sé, hasta ahora no hemos tenido vidas que lamentar porque Dios es grande, pero quién sabe en el futuro. Creo que a la próxima que veo simplemente le anoto el numerito y la tomo por sospechosa.
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Foto cortesía de La República
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