Cada vez que vemos una intervención policial en zonas de gran peligrosidad —sea en el Callao, en La Victoria, El Agustino o donde fuere—, notamos una casi completa ausencia de hombres. Los varones sencillamente desaparecen y si por casualidad alguno de ell0s es detenido por los agentes policiales, habrá un numeroso contingente de féminas pugnando por liberarlo. La madre gritará a los cuatro vientos que su hijo —un individuo conocido en los bajos fondos, lleno de cicatrices y de rostro fiero— es inocente, las hermanas y otras conocidas lanzarán por igual insultos y piedras a los vehículos de las fuerzas del orden y quizá haya alguna que otra embarazada desmayándose.
¿Será que las madres no saben de las fechorías de sus hijos?
Hace unos pocos días en el Callao miembros de una banda de delincuentes secuestraron a la madre del cabecilla de la banda rival. Luego de torturarla la madre contó dónde estaba su hijo. Los enemigos de él fueron, lo buscaron y asesinaron… Se iniciaba así una pugna por el poder en tierras chalacas nunca antes vista.
Qué pena me da mirarte cuando te miro
Este Viejocaminante tiene su corazoncito chalaco. No solo reside en el Primer Puerto algunos de mis viejos amigos –realmente están viejos- sino que yo mismo he vivido ahí durante más de una década. Y, si bien hay que reconocer que nunca fue un sitio de angelitos, ahora es tierra de nadie.
El Callao cambia de cara, he pasado cerca de la zona conocida como El Obelisco, realmente está mejor, si no supiera que ahora es más temible que nunca, casi bajaría dar un paseo.
He visto obras, semáforos inteligentes, pistas remozadas. ¿Se podrán mejorar, acaso, las costumbres de las personas?
¿Dinero al agua o pantomima electoral?
Uno podría preguntarse el porqué de tanta obra, tanto gasto en un lugar donde la verdadera inversión debería ser en seguridad ciudadana. A veces pienso que mucho de lo que se hace en el Callao es dinero al agua y que solo es una fachada de prosperidad para que los incautos pensemos que en el Callao si se trabaja.
Ojalá me equivoque y pronto podamos tener algo de paz en el histórico puerto. Una nota funesta sin fotos...
¿Será que las madres no saben de las fechorías de sus hijos?
Hace unos pocos días en el Callao miembros de una banda de delincuentes secuestraron a la madre del cabecilla de la banda rival. Luego de torturarla la madre contó dónde estaba su hijo. Los enemigos de él fueron, lo buscaron y asesinaron… Se iniciaba así una pugna por el poder en tierras chalacas nunca antes vista.
Qué pena me da mirarte cuando te miro
Este Viejocaminante tiene su corazoncito chalaco. No solo reside en el Primer Puerto algunos de mis viejos amigos –realmente están viejos- sino que yo mismo he vivido ahí durante más de una década. Y, si bien hay que reconocer que nunca fue un sitio de angelitos, ahora es tierra de nadie.
El Callao cambia de cara, he pasado cerca de la zona conocida como El Obelisco, realmente está mejor, si no supiera que ahora es más temible que nunca, casi bajaría dar un paseo.
He visto obras, semáforos inteligentes, pistas remozadas. ¿Se podrán mejorar, acaso, las costumbres de las personas?
¿Dinero al agua o pantomima electoral?
Uno podría preguntarse el porqué de tanta obra, tanto gasto en un lugar donde la verdadera inversión debería ser en seguridad ciudadana. A veces pienso que mucho de lo que se hace en el Callao es dinero al agua y que solo es una fachada de prosperidad para que los incautos pensemos que en el Callao si se trabaja.
Ojalá me equivoque y pronto podamos tener algo de paz en el histórico puerto. Una nota funesta sin fotos...
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