lunes, 1 de septiembre de 2008

El último de 'mis locos'

Me dicen que de niño dibujaba caricaturas extrañas. Dice mi hermana que les decían 'mis locos' a esos personajes y que cada vez que querían divertirse me llamaban para que dibujara un 'loco'. 'Que venga Rubén y dibuje un loco', decían. Entonces, presto y ágil, llegaba Rubén, se mordía la lengua y dibujaba un loco para beneplácito de los presentes.

La verdad, no recuerdo esa historia de los locos.

Imagino que yo, siendo tan niño, no les puse ese nombre, e imagino también, que -puesto que me aseguran que a esos pobres monigotes yo les rellenaba las cuencas oculares con una generosa cantidad de líneas arremolinadas- los pobres infelices fueron etiquetados como 'locos', sin que se me hubiera consultado a mí, su Miguel Angel, qué cuernos eran en realidad.


Fue así que llenaba de locos todo, los dejaba regados en los cuadernos de mis hermanos y a veces, como si fuesen los techos de la Capilla Sixtina, los dejaba grabados en las paredes de mi casa -todo eso me lo han contado, porque como ya dije, yo no recuerdo esto de los 'locos- y claro, un día crecí y le ocurrió lo que a todos los que hacen destrozos de niños. Cada cuaderno pintado dejaba de ser gracioso, y cada pared pintada se transformaba -especulo- en un manotazo bien dado, de manera tal que los locos fueron quedando de lado.

Lo cierto es que un día que curiosamente coincide con mis primeros recuerdos, olvidé por completo a 'mis locos', ocurrió de la noche a la mañana sin que nadie se percatara. Simplemente los borré de mi mente a todos, o casi a todos ellos, menos a uno, que a la larga se transformó en una suerte de 'último de los mohicanos loco' y yo en su James Fenimore Cooper.

Mi último loco, lo dibujé, si mal no recuerdo, en un ómnibus de regreso a casa y lo hice a pedido expreso de mi hermana.

-Dibuja uno de tus locos- dijo ella.

Yo le pregunté qué era eso de 'los locos'.

-Esos locos que dibujas- me dijo ella.

Yo quedé intrigado, lo recuerdo bien. Me preguntaba -hasta ahora lo hago-, ¿cómo eran los dichosos locos? Muy paciente mi hermana me explicó que eran unos monigotes de ojos grandes y desorbitados. Yo, no recordaba nada de los locos. Tenía amnesia gráfica.

-¿No te acuerdas?- me preguntó sorprendida.

La verdad es que no sabía de qué me hablaba. Para mí los locos eran unos calatos medio carcosos que se paseaban por la calle con el peinado de Bob Marley. Aún así, siguiendo esa enjuta referencia, dibujé lo mejor que pude al último de mis locos. Ese último loco, sin embargo no gustó a nadie y causó tan poco revuelo que terminó sus días arrugado en el tacho de los desperdicios. Un destino innoble para el último individuo de una estirpe perdida.

Así no son, protestó ella.

Yo a mis -estimo- cuatro años, sentí decepcionarla, pero realmente no sabía cómo eran los locos. No recuerdo a alguno más que a ese último loco deforme, demasiado cuerdo para ser loco, demasiado serio para una ciudad que necesita reírse. Nunca más dibujé uno de esos locos, no por desolación, sino porque no sé cómo son. Tal vez aun ahora los trato de hacer, pero de otras maneras.

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Gracias a mi amigo José Carlos Agüero. Hombre tus dibujos del 'Hombre de palitos' me recuerdan mucho esa historia mía con 'mis locos'.

3 comentarios:

  1. Se filtro el disco de Metallica antes de su salida el 12 de setiembre, lo puedes descargar de cualquier web o blog buscando por google, esta bueno el disco, tiene sus momentos picos !!! la mejor cancion para mi all nightmare long, seguidos ahi de cerca por los latidos del corazon del inicio del disco para la cancion "that was just your life" y the kiss of judas!!

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  2. "demasiado cuerdo para ser loco" jaja si pues pero ahora no estas cuerdo tal vez puedas intentarlo otra vez.

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  3. Ya veo que le diste buen uso a la foto del gato muerto.

    La anecdota de los locos me ha gustado mas todavia.

    Un saludo.

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