viernes, 9 de noviembre de 2007

Novela y lecturas de la realidad

Si afirmo que una novela es una realidad en sí misma, no estoy diciendo nada nuevo. Sin embargo si agregamos a esta idea, la idea de que la diferencia principal entre ella y realidad es que la novela es una realidad con una estructura inteligible, entonces estaremos esbozando alguna diferencia.

Esto, que parece ser un simple y obvio juego de palabras, no lo es. Parto de considerar a la realidad -a lo que llamamos realidad-, como una construcción mental. Imaginemos que las cosas están ahí, fuera de nostros y que las conocemos solo de forma sensible. Si solo hiciéramos eso, entonces la realidad sería cosas sensibles desperdigadas de manera caótica, la realidad sería, para decirlo con una palabra un caos.

Una mesa, no sería una mesa, sino que no sería nada. Ordenar el mundo en la mente es la única forma que tenemos de interactuar con él. Vemos el mundo y lo reconstruimos en nuestra mente, nos apropiamos de él y nos ubicamos en él.


De lo dicho, es claro que se podría aformar que leemos el mundo y que, entonces, vivir implica hacer una lectura de este texto que es el mundo.* Para complejizar aún más el asunto, podemos afirmar que estar en el mundo, implica a su vez, sobrellevar un complejo juego de interrelaciones textuales aceptadas -en su mayoría- por concenso, a las que por ahora podemos llamar culturales o históricas,** y que además implica aceptar las diferencias de percepción individuales, de hombre a hombre, de mujer a mujer.


En medio de este caos, es fácil comprender porqué la novela rivaliza con la realidad. Una novela es capaz de hacernos cuestionar lo que tenemos por real. Y creo que de alguna manera el escritor de novelas es alguien que necesita escpara del mundo caótico y vencerlo creando una realidad que él mismo domine. El novelista es así, un héroe trágico.

Un punto hay que aclarar antes de cerrar esta entrada y es que una vez que una novela -El Quijote, por ejemplo- , como cualquier obra de arte es expuesta al mundo sufrirá casi la misma multiplicidad de lecturas que sufre el mundo, y que es precisamente en esas lecturas que se hace permanente y vigente en el tiempo y el espacio.

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*La noción texto aquí, es parecida a la de Iuri Lotman. Un texto es "un complejo dispositivo que guarda diferentes códigos, capaz de transformar los mensajes recibidos y de generar nuevos mensajes, un generador informacional que posee rasgos de una persona con un intelecto altamente desarrollado"

**Y que son culturales, de género, espaciales, temporales o determinadas por un contexto histórico. Estoy dejando un tanto de lado las lecturas individuales del mundo. No por menosprecio a este tipo de lectura, sino por que su complejidad alargaría demasiado el texto.

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