Agresión en el metro de Barcelona. ¿Problema de género?

Hace unas semanas un video dio la vuelta al mundo. Un joven español había agredido a una jovencita -casi una niña- ecuatoriana de la manera más excecrable y había dicho muy campante, que se había ido de olla. El diario El País, de España informaba de la siguiente manera:

Una chica ecuatoriana de 16 años ha sido víctima de una brutal agresión con claros tintes racistas en Barcelona. El ataque se produjo el martes en un tren de los Ferrocarrils de la Generalitat a la altura de L'Hospitalet. Sergi Xavier M. M., un joven de 21 años, se fijó en una menor suramericana que viajaba sola. Se acercó a ella y, sin dejar de hablar en ningún momento por el teléfono móvil, le insultó -le dijo palabras como "zorra" e "inmigrante de mierda"-, le amenazó de muerte y le invitó a "irse a su país".

Ahora bien, este individuo que dice que estaba ebrio, es antes que xenófobo, un cobarde golpeador de mujeres. En algún sitio, comenté, que es casi seguro, que de haber habido una chica española en ese tren, él la hubiera golpeado, también. El problema mayor de ese sujeto es -desde mi punto de vista-, alguna clase de misoginia perniciosa.

Supongamos que él -como ha afirmado- fuera víctima de una posesión diabólica que mezclada con unos tragos lo transforma en el xenófobo más ebrio de España y que como "se ha ido de olla", no tiene control de sí mismo ni de sus acciones -aunque queda parado en un pie al lanzar la patada al rostro de la chica-. De ser así, habría atacado también al joven argentino que está sentado muy cerca de ellos.

Su problema, creo, no es el origen de la chica. El que ella sea sudamericana es un hecho circunstancial, un "detonante" de la situación, la raíz del mal es un problema de género. El tal Sergi tiene un agudo problema con las mujeres, más que xenofobia.