Día a día los peruanos nos encontramos con un
sinnúmero de frases carentes de todo sentido en un contexto diferente de
nuestra exasperante informalidad y atropello al prójimo. Empiezo con algunas de
las más representativas, las de microbús.
¡Baja con bebe!
Mundo Microbús (Cortesía El Comercio) |
Frase típica de microbús, es una forma simiesca
con la cual el cobrador —oficio peruano ejercido por lo común por un mozuelo atormentado
por los cientos de reggaetones que escucha a todo volumen—, le indica al chofer
que no debe arrancar hasta que el pasajero esté a salvo en la vereda, porque
baja con bebe, o sea con un bebito, y podría hacerse daño. ¿Por qué es canalla
esta frase? Pues porque baje quien baje, el chofer (chófer es la palabra
correcta por cierto) no tiene por qué miércoles acelerar y obligar a que el
pasajero exponga su vida lanzándose por la borda.
¡Pie derecho!, ¡pie derecho!
Frase de la ignominia, muy relacionada con la
anterior, implica que el pasajero debe aventarse del microbús porque el
conductor no tiene la mínima intención de detenerse. En caso extremos esta
puede trocarse en ¡Baja, huón!
¡Súbela!, ¡súbela!
Peligrosa frase para la muchacha que a los
granujas del vehículo se les antoja hacer subir para verla y sabe Dios, en el
mejor de los casos, tratar de manosearla.
¡Avancen pal’ fondo!
Esa y su otra forma, usada por una telenovela tipo
combi implican que no contentos con llevar gente parada, los tipos del microbús
quieren seguir metiendo más y más personas, generándose el conocido efecto de
lata de sardinas.
¡Pasajes en la mano los que han subido!
Me causa gracia esta expresión, es claro que en
algún momento todos han subido, pero los cobradores la repiten hasta el
cansancio. Tal vez lo que quieren decir es que paguen su pasaje los que acaban
de subir, pero, bueno… efectos cretinizantes de reggaetón.
¡Esquina que viene!
Esquina que viene implica que un pasajero que
bajar en la próxima esquina, a ello el cobrador responde repitiendo lo que ha
oído y dice: ¡Esquina que viene baja![1].
¡Pisa!, ¡pisa!
Su significado más cercano sería ¡Acelera, carajo! y es una insensatez que expone la vida de todos en el armatoste sobre ruedas.
Aportes de nuestros amigos
Finalmente, y con miras de ir enriqueciendo este textillo he dejado abierta la posibilidad de aumentar frases que se escapan de mi memoria. Aquí algunas de ellas.
¡Bajo Arriola!*
Aporte de mi buen amigo Jorge Luis Velásquez Nehmad, quien me cuenta vía Facebook que, alguna vez, yendo por la avenida Canadá escuchó a un pasajero gritarla dejando a más de uno sorprendido.
¡Esquina de la izquierda baja!
Nuestro amigo Renzo Novoa me ha ayudado con esta otra frasecita descabellada, la cual no hace sino demostrarnos que donde campea la informalidad cualquier cosa, un automóvil estacionado, un poste o una esquina de la acera de enfrente, puede convertirse en paradero.
Habla ¿vas?
Mi hermana Cecilia Robles también recuerda esta de los cobradores. Resulta que cuando el cobrador ve a una persona de pie en el paradero (y a veces simplemente en la calle) dice con su voz acornetada: Habla ¿vas? Si el peatón niega con la cabeza viene la repregunta más estúpida que uno podría imaginarse. ¿Adónde vas?, como si fuesen a cambiar su ruta para poder llevarlo.
¡Pisa!, ¡pisa!
Su significado más cercano sería ¡Acelera, carajo! y es una insensatez que expone la vida de todos en el armatoste sobre ruedas.
Aportes de nuestros amigos
Finalmente, y con miras de ir enriqueciendo este textillo he dejado abierta la posibilidad de aumentar frases que se escapan de mi memoria. Aquí algunas de ellas.
¡Bajo Arriola!*
Aporte de mi buen amigo Jorge Luis Velásquez Nehmad, quien me cuenta vía Facebook que, alguna vez, yendo por la avenida Canadá escuchó a un pasajero gritarla dejando a más de uno sorprendido.
¡Esquina de la izquierda baja!
Nuestro amigo Renzo Novoa me ha ayudado con esta otra frasecita descabellada, la cual no hace sino demostrarnos que donde campea la informalidad cualquier cosa, un automóvil estacionado, un poste o una esquina de la acera de enfrente, puede convertirse en paradero.
Habla ¿vas?
Mi hermana Cecilia Robles también recuerda esta de los cobradores. Resulta que cuando el cobrador ve a una persona de pie en el paradero (y a veces simplemente en la calle) dice con su voz acornetada: Habla ¿vas? Si el peatón niega con la cabeza viene la repregunta más estúpida que uno podría imaginarse. ¿Adónde vas?, como si fuesen a cambiar su ruta para poder llevarlo.
[1] He hecho
la prueba diciendo esquina, paradero, poste, y el resultado es siempre el mismo,
el cobrador repite lo que se la ha dicho, por ejemplo:
—Bajo en el poste.
—Poste baja.
—Bajo en la esquina
—Esquina baja
—Bajo en el paradero
—Paradero baja. Etc, etc.
* En jerga peruana «estar arriola» es estar muy, pero muy excitado.
* En jerga peruana «estar arriola» es estar muy, pero muy excitado.