lunes, 17 de diciembre de 2012

El Centro Histórico de Lima entre la espada y la pared

No solo los que saben algo de historia aman el Centro Histórico de Lima, como se recuerda, elevado en 1991 a Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura).

Pasear por sus calles a veces es un poco complicado por el tráfico en las calles aledañas y otros males que lo pueden dejar a uno incluso sin pasaje de regreso, pero si logra hacerlo, puede entrar a una máquina del tiempo y disfrutar de la tranquilidad de la ciudad a la que los cronistas definían como la de la tierra más fértil, llena de vegetación y tranquilidad, como refiere Pedro Cieza de León:

En ella hay muy buenas casas, y algunas muy galanas con sus torres y terrados, y la plaza es  grande y las calles anchas, y por todas las más de las casas pasan acequias, que es no poco contento; del agua dellas se sirven y riegan sus huertos y jardines que son muchos, frescos y deleitosos (Porras Barrenechea  PAL  p. 74)

Pero ahora, a unos cientos de años de esos tiempos, las casonas se caen solas, y nos vemos ante una disyuntiva dejarlas como están para que no pierdan su valor histórico o renovarlas y arriesgarnos a verlas desplomarse, o arreglarlas para evitar su colapso. Si a esto le sumamos que hoy en día las inmobiliarias se disputan codo a codo cualquier terreno baldío, entonces comprenderemos en qué aprietos se encuentra el Centro Histórico.
Lima hacia 1750

En este contexto, labores loables como la del Centro de Investigación, Documentación y Asesoría Poblacional (CIDAP), con su campaña Centro Histórico Centro Vivo, viene luchando para identificar el problema y buscar soluciones, como dice su página:



La muestra infográfica itinerante “Centro Histórico de Lima: Patrimonio Humano y Cultural en Riesgo” es la primera acción pública de la cruzada y tiene como objetivos:
• Informar a la ciudadanía sobre la situación real por la que atraviesa el patrimonio edificado: abandono, colapso significativo y tugurización.
• Sensibilizar a las autoridades, a la opinión pública y a la cooperación internacional para promover la inversión necesaria para la revitalización del Centro Histórico, como Centro Vivo.

Así está el Centro de Lima entre la voracidad inmobiliaria, la dejadez de sus habitantes y el inexorable paso del tiempo.

Bibliografía citada
PORRAS BARRENECHEA, Raúl, Pequeña Antología de Lima.