En Huacho: Colegio Félix B. Cárdenas se cae a pedazos

Y bueno, tal vez alguien diga y qué, en todo el Perú se caen los colegios —especialmente esos nuevecitos que hizo Fujimori y se caían como castillos de naipes—, y que a lo mejor deberíamos hacer un concurso para saber cuál se cae primero. El que se derrumba antes obtendría una donación de libros Coquito para su biblioteca o algo así.

La cuestión es que este Colegio lleva el nombre de un antepasado de este Viejocaminante y bueno, en el corazoncito huachano que tengo —además de chalaco, que ya dije que también tengo— me causa cierta nostalgia leer esta noticia publicada por karenaguero en Perú en línea.

Pero antes de seguir hablando del colegio hago un breve paréntesis para contarles algo de lo que me refirió mi abuela materna sobre este antepasado mío.

Félix B. Cárdenas.

Originarios de Cruz Blanca, los hermanos Teodoro, Manuel y Félix fueron de aquellos personajes decimonónicos que terminaron enfrascándose en la tan famosa Guerra del Pacífico que de pacífica no tuvo un ápice y en la que, como en todas las estúpidas guerras, los hombres que no gobiernan son mandados a heroicidad forzada como carne de cañón. Fue allí que Teodoro se inmoló —aunque lo cierto fue que lo inmolaron a la fuerza— luchando contra el invasor sureño y en Santa Beatriz aún hay una calle que lleva su nombre, y lo llevará hasta que algún alcalde le ponga el nombre de su sobrino Pepito.

Y en Huacho existen la calle, plazuela y el colegio Félix B. Cárdenas que se hicieron por el trabajo dedicado que hizo este caballero en favor de su comunidad de Cruz Blanca.

Y bueno vuelto del frente de guerra el hombre cuidó a su señora madre y hermanas —cuyos nombres se me pierden en la memoria— y se dedicó a trabajar en la educación de su pueblo, consciente de que era necesario evitar que la ignorancia nos llevara a derrotas como la que ya había visto en el frente de guerra. Ya en Cruz Blanca se casó con Irene Montero la Rosa fueron sus hijos —como quien cuenta la genealogía y la mía de paso— fueron: Néstor, Mariano Adolfo, Alejandro, Adolfo, Pedro Nolasco, Manuel Teodoro, Maura, Manuel Elías, Félix Octavio, María Julia, María Irene, Alberto, Ana Celia y Miguel Óscar. De ellos, Ana Celia fue mi abuela que me contó algo de lo poco que aún recuerdo y cuento aquí.

¿Y el colegio?

Pues el colegio se está cayendo, luego de 153 años de creado luce como alguien de 153 años. Felizmente han llegado noticias a mi casa. Parece que lo van a salvar. Esperemos a ver qué pasa.