Buscada en cualquier diccionario especializado, la fama bien podría aparecer al lado de la viruela y el sarampión como una de las enfermedades infecto contagiosas de mayor difusión en el planeta.Nadie ha podido ubicar aún el agente patógeno que genera el mal de la fama, sin embargo, parece ser que de acuerdo con alguna forma de conexión ‘telepática’ –usamos este nombre a falta de uno mejor-, este virus induce a quienes estén cerca de un enfermo de fama a querer rodearlo para contagiarse y así pasar a ser famoso (léase, enfermo de fama). Este caso es el conocido fenómeno llamado en medicina: ‘Famoso por contagio’.
La OMS está haciendo circular información que podría resultar valiosa para reconocer los casos más graves. De un lado sabemos que los famosos presentan diversidad de síntomas y que algunos de ellos desarrollan un mal peor -casi es terminal- que se llama 'pedantería'. Esto, felizmente no es un mal muy extendido y en casos normales, la única secuela de la fama en los individuos que la padecen es la de desarrollar una gran añoranza por la tranquilidad que tenían en el tiempo en que no eran aún famosos. Otro asunto importante que menciona el boletín de la OMS, es que todos los cuadros clínicos demuestran que estos famosos parecen desarrollar un cierto desprecio por los individuos afectados por el mal del ‘Famoso por contagio’. Esto se hace evidente en la forma despectiva en que son tratados la mayoría –por no decir todos-, los ‘Famosos por contagio’.*
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Lo curioso es que los famosos por contagio, de tanto acercarse al paciente famoso, se hacen inmunes a la fama y terminan por ser curados para siempre de ella.
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