Con mucha alegría aquí en Latinoamérica celebramos o nos preparamos para celebrar el bicentenario de la independencia y en ese contexto de algarabía uno ve lo que ocurre con la crisis y secuestro del presidente Correa en Ecuador, la democracia en Venezuela, las continuas asonadas en Perú —por citar algunos ejemplos— y se pregunta si hay tanto en lugar de celebrar con una fiesta de rompe y raja, el bicentenario debería ser una oportunidad para que nos sentemos a conversar, a ver perspectivas a futuro, y salir del hoyo en el que estamos.
En espera del bicentenario en Perú y con las elecciones presidenciales cerca —y las municipales a la vuelta de la esquina— quizá deberíamos empezar a preocuparnos qué estamos haciendo y hacia dónde queremos ir, más allá de simpatías o antipatías subjetivas.
En espera del bicentenario en Perú y con las elecciones presidenciales cerca —y las municipales a la vuelta de la esquina— quizá deberíamos empezar a preocuparnos qué estamos haciendo y hacia dónde queremos ir, más allá de simpatías o antipatías subjetivas.
Peruano, no te va gustar que en lugar de la bandera de tu pais coloque la bandera de Chile sobre el mapa de tu pais, ahora Paraguay tiene salida al mar y Uruguay es mediterraneo, donde hiciste la escuela primaria? o te escapabas de la clase de geografia para darte besos con tu novia
ResponderEliminarHombre, entiendo tu comentario. Sería un estúpido si no conociera las banderas. Lo que pasa es que me confié en el mapa que bajé y no me fijé en la correspondencia. Ya corregí esa animalada.
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