lunes, 9 de noviembre de 2009

¿Bolón y cuenta nueva? - No maten al fútbol


Culpable de haber empujado —y consecuentemente asesinado— a una señorita que tuvo la mala fortuna de cruzarse en su camino, el ahora famoso delincuente juvenil Ronny Ramos Pérez (a) “Bolón” parece estar con los días contados en libertad. Y es que, al parecer, ya las autoridades lo tendrían cercado. La sociedad civil pide cárcel para “Bolón”, “échenlo a un calabozo y escondan la llave”, parece ser la consigna.

Me parece bien que quieran que un delincuente juvenil pague por su vandalismo, pero si meten preso a “Bolón”, se corre el riesgo de buscar hacer de esto un “borrón y cuenta nueva”. El problema estructural no es “Bolón”, ni siquiera es su pandilla de barra bravas de Surco, el problema es el sistema que está permitiendo que estos individuos, amparados bajo la máscara de afición deportiva, se reúnan con total impunidad y atemoricen a poblaciones enteras, volviéndose una amenaza no sólo entre ellos mimos, sino para cualquiera que esté cerca. Paola Vargas es un caso, pero día a día cualquiera está expuesto a estos prospectos de maras, para salir un domingo o un sábado —antaño día de integración familiar— uno debe averiguar si es que hay algún partido de fútbol y más aún si es que acaso se va a producir uno de esos clásicos que —fuera de la pantomima mediática— tienen tanta importancia como un partido de barrio, ya que —quieran aceptarlo o no— el fútbol peruano es el peor, el más inconsistente y quizá el más aburrido de Sudamérica y tal vez del mundo entero.

En cuanto a “Bolón”, no se hagan bolas, a la cárcel con ese individuo, pero, si no se pone fin a la violencia de esos grupos antisociales pronto podríamos, como decía líneas arriba, estando frente a un problema realmente insalvable como el de las maras salvadoreñas, con lo cuál el más popular terminará siendo —si es que no lo es ya— el más peligroso de los deportes.

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