miércoles, 13 de agosto de 2008

Vigorexia - la debilidad de los más fuertes

Como para demostrar que de todo hay en la viña del señor, un día los musculosos se inventaron la vigorexia y le quitaron el privilegio a las anorexicas y bulímicas de tener enfermedades fantasmagóricas.


Pues bien, un vigoréxico es un tipo que hace más ejercicio del que debe con la esperanza de ser más musculoso que nadie. Claro está, él, aunque parezca Conan el bárbaro, se ve a sí mismo como un prisionero de guerra. El resultado directo es que el vigoréxico tras pesarse más de diez veces al día, puede acabar a las dos de la mañana haciendo ejercicio porque siente que le faltó hacer un poco más. Hará dietas desproporcionadas plagadas de alimentos ricos en proteínas y carbohidratos reforzados por un cóctel de aminoácidos (los preferidos del gran público, la creatina, glutamina), todo en un esfuerzo desmedido por ganar musculatura. Como es de esperarse, cuando vea que esto no es suficiente -en su cabeza nunca será suficiente-, recurrirá como el famoso beisbolista José Canseco, a meterse en el torrente sanguíneo toda clase de anabólicos, algunos de nombres tan terroríficos como TEST RF05. Finalmente nuestro forzudo tendrá en la sangre más esteroides que glóbulos rojos, y su sangre se parecerá más al líquido limpiavidrios que a un plasma orgánico.


Lo dramático, según parece es que un cuerpo con este trastorno, también llamado 'complejo de Adonis', no vive demasiado tiempo para contarlo. O sea que aquello de que el cuerpo humano necesita descansar, se cumple mejor que nunca con estos pobres infelices. Así que ya saben, si creen que están en peligro...

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