
En medio de la algarabía que ello suscita en la página de Peru21 (por citar un ejemplo), nos encontramos con las malas noticias de los inalcanzables precios de las entradas —claro, se entiende que es un espectáculo hermoso, que es un gran esfuerzo y que lo vale, pero eso no le quita lo inalcanzable— y uno se pregunta cuándo vendrán para que las clases populares puedan disfrutar de este espectáculo y no deban consolarse viendo el show de los artistas jubilados, de los actores de medio pelo o de los chistes en doble sentido.
Ojalá y democraticemos la cultura.
Foto «cortesía» de barbaraolivera
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